Conocido también como fruto de la pasión o pasionaria, pocos o casi nadie lo conocen por su nombre científico, Passiflora Edulis. El maracuyá, fruto de origen amazónico, fue descubierto en el Perú hace más de cuatro siglos en 1569, por un médico español de apellido Monardes, quien escribió y documentó sobre el uso que daban los indígenas al fruto y a la planta, propagando así este conocimiento al viejo mundo.
Para cuando este fruto comenzó a ser conocido en el mundo, ya era ampliamente empleado en la cocina peruana, mucho antes de la llegada de los españoles. Algunos dicen que era el ingrediente que sustituía al limón en la preparación de uno de los afamados platos bandera de los peruanos: el sebiche . Su uso no se reducía al de simple ingrediente culinario, ya que sus propiedades medicinales eran bastantes conocidas.
Crece con gran facilidad en climas cálidos al igual que en climas templados; en lugares con bajas temperaturas, el inicio de su producción se retarda. Es una planta trepadora que puede alcanzar hasta 9 metros de longitud en condiciones climáticas favorables. Aunque su período de vida generalmente no supere los 10 años, existen 200 variedades, siendo las más conocidas las de los frutos amarillo y morado.
En el Perú, su cultivo. En Piura, Lambayeque y Lima, este cultivo aumenta sostenidamente, y su exportación se incrementa a igual paso. Para aquellos que desconocen los beneficios de esta maravillosa fruta, les presentamos a continuación sus principales características:
Fuente: https://www.yanuq.com/Articulos_Publicados/maracuya.htm
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